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BODAS SOSTENIBLES todo lo que necesitas saber

INSPIRACIÓN, CONSEJOS E IDEAS
PARA ORGANIZAR UNA CELEBRACIÓN SOSTENIBLE 

Esta semana hemos tenido el placer de entrevistar a Stela en su granja floral orgánica Floritea para que nos contasen los beneficios de elegir flores locales, las flores de temporada y orgánicas en la organización de bodas y eventos.

En 2019 Stela formó, junto con otras compañeras del sector, el Colectivo de Floricultores Ecológicos de Cataluña, una asociación que comparte los valores y principios del cultivo ecológico, de proximidad y de temporada. En el sector de la floricultura son pioneras en temas ecológicos, suelen cultivar variedades menos comunes en los mercados florales y llevan a cabo conferencias de forma regular para aquellos que quieran dedicarse al cultivo de flor ecológica.

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¿De dónde proceden la mayoría de las flores que se utilizan para decoraciones florales a nivel nacional?

Según las estadísticas que yo conozco un 70% de las flores que se venden en nuestro país son importadas, Holanda, Colombia, Ecuador, Kenia incluso Japón.

En tema de eventos me atrevería decir que el porcentaje es aún mayor.

La planificación de las flores de un evento, suele empezar por qué tipo de flor quiere el cliente, más que desde el punto de vista de la temporalidad y qué flor es la adecuada para esa temporada. Hay un camino largo de aprendizaje por ambas partes, del florista y del cliente sobre la temporalidad de las flores y el consumo de flor de temporada. Una de las principales razones para diseñar con este tipo de flor, es porque las flores en su mejor momento son mucho más espectaculares, duran más y se integran mejor con el entorno. 

¿Qué es una granja floral y cuál es la diferencia entre el cultivo local y el importado?

El término “granja floral” es una traducción literal del inglés de “flower farm”, aunque habrá gente a la que le chirríe el concepto de “granja” cuando se habla del cultivo de flor. En el proceso del cultivo de mis flores pongo tanto mimo y cariño que me resulta muy natural usarlo porque no dejan de ser algo vivo que necesitan de cuidados y atención. También me gusta referirme a mi misma como granjera, porque estoy muy unida a la tierra, es de donde vengo y lo que realmente soy.

La mayoría de granjas florales que conozco producen flor para el mercado local y ocasionalmente para el nacional, pero nunca más allá. Si queremos ser una sociedad sostenible, el porcentaje del que hablamos antes de flor importada vs local se debería invertir y debería volver a ser lo que era en el pasado, un pequeño capricho para una ocasión en particular y no un consumo diario.

La principal diferencia entre un cultivo local vs importado es el consumo de recursos hasta tener esa flor en el jarrón de tu mesa. La mayoría de las flores importadas se cultivan de manera intensiva para reducción de costes, requieren de refrigeración durante largo tiempo y transporte a veces de miles de kms. Todo ello tiene un impacto nefasto sobre el planeta. En un cultivo local algunos de estos impactos se minimizan, pero no siempre es un cultivo sostenible. De allí la importancia de consumir lo más local posible y preferiblemente de productores comprometidos con el medio ambiente, que cultivan de manera sostenible.

Cuéntanos sobre tu huerto.

Mi proyecto empezó como una necesidad de volver a conectar con la tierra y la necesidad de echar raíces. Me críe en Moldavia, en el Este de Europa, en una ciudad muy pequeña donde siempre ayude a mis padres a cultivar todo tipo de verduras, hortalizas y frutas. Me fui de casa con 15 años a estudiar en Rumania, luego me vine a España, también estuve algunos años por Holanda y viajando mucho por trabajo. Estas 2 décadas siempre he vivido en pisos de alquiler lejos de la naturaleza. Echaba mucho en falta la conexión con la tierra y lo rural, plantar y verlo crecer. También con la crisis de los 30 me planteaba muchas cosas sobre qué quiero hacer con mi vida y a dónde quiero ir.

En esa búsqueda encontré por casualidad a Erin Benzakein de Floret y su proyecto me inspiró mucho. A través de ella descubrí el proyecto de Maren de la Horta de la Viola, que sigue siendo mi referente a día de hoy, por compartir toda la realidad, con lo bueno y lo malo y por toda su lucha en tema de sostenibilidad. Sin pensarlo mucho más, decidí probar a crear mi propia granja de flores. El primer año alquilé un pequeño huerto donde planté muchas variedades de bulbos y algunas flores anuales. Me gustó mucho la experiencia así que mientras buscábamos una casa fuera de Barcelona decidimos comprar una con algo de terreno para seguir cultivando.

Mi huerto actual tiene solo 400m, es un espacio muy reducido. Solo me permite cultivar flor para cliente final para ramos por encargo y algunos ramos semanales. De cara a las siguientes temporadas me gustaría alquilar un pequeño terreno cerca, para seguir creciendo y poder colaborar con floristas locales comprometidas con la causa y ofrecer flores para eventos.

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Ya sea para una boda, evento o decoración en casa, ¿qué X elementos clave pueden diferenciar una decoración floral sostenible de una que no lo es?

Desde que empecé mi aventura en el mundo floral, escuché muchas historias de intoxicaciones y alergias que desarrolla la gente a las flores. En gran parte esto se debe a todos los productos químicos que se utilizan en el cultivo de la flor pero también es su tratamiento una vez cortada, para que duren más.

Si quieres asegurarte de que ni tu ni ninguno de tus invitados tengan ese tipo de reacción, lo mejor es que utilices flores ecológicas. Lo sostenible va un poco más allá de una producción ecológica, también implica producción local y de temporada. Un cultivo local también te permite tener acceso a ciertas variedades de flor que no aguantan bien el transporte, incluso variedades que se adaptan mejor al clima local y que no necesitan ningún añadido extra para lucir bien en el evento. Tener un diseño acorde con el entorno crea una armonía y un ambiente de lo más natural. Todo eso hace que el evento sea más bonito y con un menor impacto a nivel medioambiental.

¿Qué pasos se siguen con las parejas para encontrar su concepto de decoración floral para una boda?

Para empezar, si alguien quiere un evento sostenible, tendrá que tener un poco de flexibilidad a la hora de escoger sus flores. ¿Por qué lo digo? Porque los eventos se suelen planificar con muchos meses de antelación, pero la naturaleza tiene su camino por mucho que lo queramos planificar. En un cultivo de temporada siempre puede haber una desviación de +/-2 semanas. Por tanto el primer paso es explicarles a los clientes como funciona la temporalidad de las flores y un cultivo sostenible.

El siguiente paso sería enseñarles la variedad de flores, la paleta de colores, la forma y sus características. Hay flores preciosas pero que no aguantan más de 1 día cortadas, por ejemplo las amapolas, por tanto todo eso se les tiene que explicar para encontrar lo que más se ajusta a sus necesidades.

 ¿Qué recomendaciones haríamos a parejas que desean tener su boda reduciendo el impacto medioambiental de la decoración floral?

Contar con una florista comprometido en tema de sostenibilidad es crucial en este caso. Aparte del punto anterior y del uso de flor local y de temporada, aquí hay que mencionar también toda la estructura que se utiliza para la decoración floral. Para un menor impacto medioambiental se tienen que evitar al máximo los accesorios de 1 solo uso.

La espuma floral que es tan contaminante y se utiliza en la mayoría de las instalaciones florales se debería sustituir por otras alternativas más sostenibles como la malla, los tubos con agua o incluso el uso de variedades que aguantan bien sin hidratación o de plantas en macetas.

Otro punto sería buscar un entorno verde y natural que no requiera de demasiada decoración. Reutilizar y ser conscientes del impacto que tienen ciertas prácticas es fundamental.

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La decoración floral es una de las partidas que más residuo genera por su uso efímero que se utiliza para esa celebración y, en muchas ocasiones, no se piensa en darle un segundo uso. ¿Qué tipo de elaboraciones o procesos recomendarías si los novios quisiesen reutilizar dichas flores tras su boda?

La flor es tan bonita justo por ser efímera. Tanto en la naturaleza como una vez cortada, su vida tiene una duración limitada y eso no nos tiene que causar mucha mala conciencia, ya que es lo naturaleza misma. Por otro lado, es verdad que en la mayoría de los casos, su vida tampoco es de 1 solo día y se debería aprovechar al máximo.

Para mi, la mejor forma de aprovecharlo es compartiéndolo con los invitados para que lo puedan seguir disfrutando más allá de ese día especial. Si se ha apostado por una combinación de flor cortada y flor en macetas, esas macetas se pueden plantar al día siguiente en un huerto o una terraza y alargar el recuerdo todavía más.

El resto de alternativas pueden llevar más tiempo o recursos, como secarlas, prensarlas o utilizarlas para teñir telas naturales. Dependerá del tiempo y las ganas que le queramos poner.

 

SOY STELA Y FLORITEA ES MI GRANJA DE FLOR ORGÁNICA

Teléfono: +34 623 038369

Instagram: @floritea_te

Pedidos a info@floritea.es

Llicá d’Ámunt, Can Farell (Cataluña)